Presentación

Sobre las autoras: Lorena, Elisa y Ana.

lunes, 1 de abril de 2013

Parámetros del precio de una traducción (I)


Como anunciábamos en nuestra entrada «¿Cuánto cuesta una traducción?», hoy pretendemos desarrollar en profundidad parte de los factores que intervienen en la fijación de tarifas.

1. Volumen de palabras

En general, los traductores empleamos las palabras como unidad de medida del volumen de nuestro trabajo. No obstante, en determinados casos se emplean otras unidades como por ejemplo, «líneas de 55 caracteres» en traducciones al alemán, «plantilla de 2.100 matrices» o «recuento de 2.100 caracteres» en traducciones literarias, «páginas de 1.800 caracteres» en traducciones al eslovaco, etc.
Normalmente, estipulamos el precio por el trabajo realizado, es decir, por el número de palabras del documento traducido (o de llegada). En ese caso, en el presupuesto le podemos ofrecer un volumen aproximado de palabras y la tarifa correspondiente pero no podrá saber el importe final de la traducción hasta que esté realizada. Si lo desea, puede solicitar que le hagan un presupuesto cerrado en el que se contabilizarían las palabras del documento original (o de salida). En este caso, debe ser consciente de que la tarifa aumentaría debido a que el español (al igual que el resto de lenguas romance) necesita un mayor número de palabras para expresar una idea que otras lenguas germánicas, eslavas, etc. En este sentido, se considera que la traducción al español de un documento en inglés tiene un 15 - 30% más palabras que el original; en el caso del alemán puede ascender hasta un 35%. (En esta tabla puede ver algunos porcentajes con respecto al inglés). Por eso, si pide un presupuesto cerrado con traducciones desde tales idiomas, se aumentará la tarifa correspondientemente para compensar la diferencia de volumen. 

2. Plazo

A primera vista podríamos decir que si conocemos el rendimiento de un traductor podemos estipular fácilmente el plazo de una traducción. Sin embargo, este parámetro también depende de varios aspectos.
En primer lugar, podemos afirmar que un traductor experimentado tiene un rendimiento de entre 2.500 y 3.000 palabras nuevas en 8 horas, en su área de especialidad (en una próxima entrada veremos que este rendimiento puede aumentar en función de las coincidencias o matches obtenidas gracias a las herramientas TAO). No obstante, si su documento tiene 6.000 palabras, el plazo mínimo que se le solicitará es de 3 días, ya que también debe contar con el tiempo que se precisa para la revisión. En este sentido, para la revisión se calcula un rendimiento aproximado de unas 2.000 palabras/hora si la traducción ha sido realizada por un traductor especializado y experimentado.
Otro factor que puede aumentar el plazo, por ejemplo, es el hecho de entregar un documento original en un formato no editable, en el que haya que dedicar tiempo a la maquetación, etc.
Generalmente los plazos solicitados son más amplios porque debe tener en cuenta que ambos profesionales tendrán que poner su documento «a la cola» del resto de trabajo que ya tengan pendiente.
Entonces, ¿en qué casos el plazo afecta a la tarifa de traducción? Cuando para cumplirlo el profesional deba trabajar fuera del horario de oficina, los fines de semana o festivos, entonces se suele aplicar un recargo por urgencia (en torno a un 30%, como media, aproximadamente).

3. Tarifa mínima

Como explica Isabel García Cutillas en su entrada «Cómo se fija una tarifa», la tarifa mínima es la que debemos aplicar para obtener unos ingresos mínimos al año que nos permitan asumir los gastos que genera la actividad y mantener nuestro nivel de vida. Esta tarifa mínima se suele aplicar en traducciones de carácter general, como por ejemplo correspondencia particular, encuestas de información general, etc.

4. Combinación lingüística

Este es un parámetro que se estipula en función de la oferta y la demanda que genere una combinación de lenguas en particular. En este sentido, combinaciones con idiomas menos frecuentes en nuestro país, como por ejemplo el español con el noruego, el chino o el árabe serán mucho más caras que combinaciones con idiomas más generalizados, como el inglés, el francés o el alemán.

5. Especialidad de la traducción

Como ya señalábamos en «Cómo elegir un proveedor de servicios de traducción», éste es uno de los factores clave a la hora de elegir el traductor adecuado para el documento que precisa traducir, ya que se trata del factor a través del que los traductores podemos señalar el valor añadido que podemos aportar a una traducción en particular. El conocimiento de un ámbito concreto y los años de experiencia en dicho ámbito nos permiten evaluar la idoneidad de nuestro trabajo. Por eso, la especialización es uno de los factores mejor justificados dentro del presupuesto.
Ya en las facultades nos preparan para el mundo competitivo de la realidad laboral y, por eso, el camino de la especialización lo iniciamos en nuestra formación. Los ámbitos de especialidad son: traducción jurídica, comercial, científico-técnica, tecnológica, audiovisual, publicitaria, de marketing, editorial, localización, etc. A su vez, la práctica profesional nos obliga a especializarnos en áreas mucho más concretas, por ejemplo, dentro del ámbito científico-técnico, en automoción, dentro del ámbito jurídico, en derecho comunitario o dentro del ámbito audiovisual, en subtitulación, etc.
Uno de los aspectos más característicos de cada especialidad es la terminología pertinente en cada área específica. En este sentido, únicamente el grado de especialización del traductor le permite determinar en cada momento cuál es el término más apropiado que se debe emplear.
Por todo esto, siempre se recomienda elegir a un traductor especializado en el área concreta de su texto.

6. Complejidad de la información

Aunque a menudo no se tiene en cuenta por nuestra tendencia a ofrecer tarifas genéricas a nuestros clientes, éste es uno de los parámetros más importantes y, por eso, siempre debería reflejarse en el presupuesto. Generalmente la complejidad de la información prolonga el proceso de documentación y, por lo tanto, reduce la capacidad de productividad del profesional.
Veámoslo con unos ejemplos: dentro del ámbito técnico podemos traducir el manual de usuario de la radio de un vehículo o la patente de una nueva tecnología. En este sentido, el grado de dificultad de un documento con respecto al otro varía notablemente, ya que en un caso estaremos tratando información de conocimiento más generalizado y, en el otro, estaremos tratando información de tecnología puntera, para la que tendremos un acceso limitado a la documentación y en la que tendremos que meditar detenidamente sobre cada concepto que expliquemos, porque la ambigüedad de una idea puede provocar discusiones en cuanto a las competencias de una patente con respecto a otra similar.
Por otro lado, la terminología suele ser uno de los aspectos que más dificultades ofrece a la hora de realizar una traducción especializada. La búsqueda de terminología se complica cuanto más novedoso o especializado sea el tema que trata el documento. Debido a la carencia de organismos internacionales dedicados a la normalización terminológica, en muchas ocasiones, los traductores nos vemos obligados a realizar las labores de terminólogos y crear nueva nomenclatura que denomine nuevos conceptos.
Por todo esto, éste es uno de los parámetros que más puede influir en la tarifa que nos ofrezcan para la traducción de un documento.

Por último, nos gustaría darle un consejo: si prevé encargar un determinado volumen de traducciones del mismo tipo a lo largo de un cierto periodo de tiempo, escoja a un solo traductor para realizar ese trabajo, ya que esta medida le beneficiará. Por un lado, el traductor podrá llegar a conocer mejor sus productos y obtendrá un estilo y una terminología más uniformes, lo que repercutirá en una mayor calidad de su trabajo. Por otro, cuando el traductor está especializado en usted como cliente, cada vez precisará menos tiempo de documentación, por lo que podrá aumentar su rendimiento de trabajo y, por lo tanto, podrá ofrecerle una tarifa mejor.

Para concluir, sólo deseamos recordarles que como la explicación de estos factores ya se ha prolongado más de lo que hubiéramos deseado, desarrollaremos el resto de los parámetros que intervienen en la fijación de tarifas en una próxima entrada.
Si le ha quedado alguna duda o inquietud, le invitamos a que nos deje un comentario. Intentaremos contestar todas sus preguntas y resolver todas sus dudas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres seguirnos por correo?